I.E.D. La Aurora

En su búsqueda  de generar espacios con Responsabilidad Social y Ambiental, CEMEX ha creado el programa Sembrando Futuro junto con la Corporación Yanapaqui para producir beneficios directos a la comunidad adyacente a su planta Santa Rosa situada en el Municipio de La Calera. 

La idea es generar huertas escolares con principios en agricultura orgánica, en donde los estudiantes sean los creadores, cuidadores y promotores de éstas, y practiquen  actividades agroecológicas amigables con el Ambiente, compartiendo su conocimiento adquirido para volverse fuente de cambio en la sociedad en la cual habitan.

Con programas de Educación Ambiental y Agricultura Orgánica, Sembrando Futuro busca  despertar la Conciencia Ambiental de los niños y jóvenes que participan en las actividades (Vigías Ambientales) para fomentar las buenas relaciones del Ser Humano con la Naturaleza.

Contamos con 200 Vigías ambientales en 5 colegios:  Colegio Integrado Departamental de la Calera, Colegio Cooperativo Paulo VI, I.E. El Salitre, I.E La Aurora y El Colegio Nueva Esperanza, quienes a través de actividades lúdicas, teóricas y prácticas están SEMBRANDO FUTURO en sus espacios continuos de aprendizaje.

ENTREGA DE MATERIALES

Cemex junto con la Corporación Yanapaqui realizaron, en la primera semana de Marzo de 2011, la entrega oficial en los 5 Colegios (La Aurora, Nueva Esperanza, Departamental, El Salitre y PabloVI), de los materiales necesarios para llevar a cabo la construcción de las Huertas escolares de acuerdo con las necesidades de cada uno de ellos.

1.      DISEÑO DE PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

En esta práctica, se dieron a conocer los conceptos de agricultura ecológica y permacultura como sistemas de diseño para la creación de asentamientos humanos sostenibles enfocados a la producción de alimentos. El objetivo fue conocer los elementos y el funcionamiento dentro de los sistemas productivos ecológicos resaltando sus beneficios ambientales, sociales y económicos, para satisfacer sus propias necesidades de autosuficiencia alimentaria.

¡CON BIOFÁBRICA Y TODO!

Como hemos entrado a ser parte de algo tan bacano como la agricultura orgánica, debemos ser enfáticos en el NO USO DE QUÍMICOS MANIPULADOS que encierra a la agricultura mundial.
Para cultivar orgánicamente debemos apropiarnos de los conocimientos tradicionales, del conocimiento de toda esa gente que ha labrado la Tierra por años, adquirido generación tras generación.
Sencillamente es el principio compartir, a diferencia de aquellos laboratorios que guardan celosamente su conocimiento con fines lucrativos, la Agricultura orgánica nos permite relacionar sociedades y culturas para entrar en un mundo más armónico, lejos de los enfrentamientos intolerantes.

Pero de igual forma las plantas deben alimentarse, y ese es el propósito de nuestra Biofábrica. Es un lugar en donde prepararemos y almacenaremos todos los insumos necesarios para garantizar que nuestro cultivo crezca sano y fuerte.
Nuestros Biopreparados imitan la Naturaleza y se realizan con recursos locales. Purines, biofermentados, compostaje (tipo bocachi), lombricultivo, fertilizantes a bases de plantas y estiércol, clados minerales fungicidas, entre otros, son nuestras cartas a jugar ante las enfermedades, los hongos, las babosas y otros enemigos que limitan la evolución de nuestra Huerta.

¡¡¡ Y comenzamos a trabajar nuestra Huerta !!!

Más convencidos que nunca, nuestros Vigías Ambientales han comenzado su trabajo con Compromiso, Amor y mucha Dedicación. Concientes de que la situación del Planeta tiene que cambiar, TODOS ellos han puesto sus granos de arena para construir un futuro diferente. Las Huertas Escolares no son sólo eso, sino que representan la importancia de establecer una diferencia en este mundo, de demostrar que es posible una vida con producción amigable con el ambiente, que no es necesario atarse a las prácticas agronómicas (o agrodestructoras) que nos han impuesto el sistema y han dejado en el olvido los conocimientos tradicionales.

En el mes de Marzo comenzamos con la adecuación del terreno. Fue un trabajo duro, pero gratificante. El pasto Kikuyo ha sido un difícil contendiente, pero con una fuerza de trabajo unida y constante, hemos logrado darle forma a Nuestras Huertas.

Cada estudiante se ha hecho partícipe de esta actividad. Sin imortar su condición o género, en cada jornada de trabajo los estudiantes ponen lo mejor de ellos y trabajan con mucho amor su huerta. Los hombres han preferido el azadón y las picas, y las mujeres se han apropiado del manejo de semillas y la preparación de abonos e insumos. Aunque es importante recalcar que no ha sido una división te trabajos por géneros, porque hay mujeres que echan azadón mejor que muchos hombres, y muchachos con excelente destreza en la manipulación de semillas.

Y a medida que avanzamos, nuestras huertas se van viendo mejores. nuestra meta es lograr que todas ellas sean productivas  y generen alimentos orgánicos libres de químicos y ninguna sustancia tóxica para nuestro organismo. Plantas alimentadas con insumos naturales, ayudando a reducir nuestra huella ecológica en este hermoso planeta.

ADECUACIÓN DEL TERRENO Y ESTABLECIMIENTO DE SEMILLEROS

En la práctica arrancamos con la adecuación del terreno que consistió en sacar los cespedones porque el suelo estaba invadido por pasto kikuyo, el cual formaba un colchón bastante complicado de extraer. Luego los vigías a punta de azadón y pica hicieron el levantamiento de las camas, dejando un espacio entre ellas para las calles. Mientras culminábamos esta labor y ya que las plántulas tomaban un tiempo para germinar, crecer  (entre 8 y 20 días) y así poder ser sembradas en sitio definitivo (las camas),  arrancamos también con el establecimiento del semillero, lugar donde se pusieron  bandejas de huevos  y botellas pet – empleadas como germinadores que se llenaron de suelo, cascarilla de arroz y bocashi (abono orgánico) y donde se pusieron a germinar las semillas de hortalizas como repollo, acelga, lechuga, remolacha y  lechuga.

El establecimiento de la huerta, la fabricación de bioinsumos y el mantenimiento de las camas, las plantas - desde la siembra de la semilla hasta la cosecha- hicieron parte del aprendizaje de los vigías ambientales, que en algunos casos desconocían la

1.      ELABORACIÓN DE BIOINSUMOS Y CONSTRUCCIÓN DE LAS BIOFABRICAS

Para prescindir del uso de fertilizantes y demás productos de síntesis química que hacen parte de la agricultura tradicional y que traen consecuencias nefastas al ambiente y a la salud humana, se realizaron prácticas de elaboración de bioinsumos, esto es, la fabricación de fertilizantes -y demás materias necesarias para el desarrollo normal de las plantas- a partir de la descomposición de plantas y de estiércoles .  La visión agroecológica permite desarrollar en nuestros vigías la creatividad y el ingenio. Les permite e igual forma observar el suelo como un organismo vivo del cual todos los seres vivientes dependemos y el cual necesita ser protegido. 

Para ello, primero realizamos el levantamiento de las cubiertas que protegen los insumos necesarios para nutrir las plantas y prevenirlas del ataque plagas y enfermedades. Este sitio lo denominamos biofabrica. 

En este sitio se fabricamos compostaje, se elaboramos fermentado de estiércol, que es un fertilizante completo porque aporta al suelo nutrientes y microorganismos que ayudan a las plantas a tomar minerales y purines, que son preparados de plantas que al fermentarse dejan libre sus propiedades y se utilizan como fungicidas o insecticidas.  

1.      Taller sobre diseño e importancia de los sistemas transformación de la biomasa- compostaje y lombricultivo

Nutrir el suelo biológica y nutricionalmente para que este a su vez sustente las plantas con todos los elementos que ella requiere es nuestro objetivo, por ello nos pusimos en la tarea de hacer compostaje tipo bocashi y obtener humus a partir del cultivo de lombrices.

Estas prácticas nos enseñan la importancia de imitar a la naturaleza, quien toma cientos de años para formar un suelo y en establecer  relaciones  entre individuos para la regulación del ecosistema. 

TALLER DE SIEMBRA Y MANTENIMIENTO DE LAS PLANTAS

Sembrando plantas acompañadas en una misma cama, los vigías aprendieron la necesidad de asociar los cultivos  para la obtención de distintas especies en un mismo espacio además de ser benéfico para las plantas y el suelo (ya que cada planta requiere diferentes cantidades de un mismo elemento nutricional). Además  les enseña a los jóvenes la importancia que juega la biodiversidad en el ecosistema, al regularse mutuamente los organismos allí involucrados.

Dentro de las labores de mantenimiento de la huerta, aprendimos a realizar el aporque a las plantas, esto es, remover un poco de tierra y apilarla alrededor de la planta para que ella pueda seguir creciendo y su tallo y raíces se fortalezcan. De otro modo los tallos correrían el riesgo de resquebrajarse por quedar alongados y expuestos sobre la superficie del suelo.

La importancia del agua para la vida se ve evidenciada en el incesante requerimiento de este preciado líquido por las plantas de nuestra huerta. Es así como vemos la necesidad de regar las plantas teniendo en cuenta las condiciones climáticas. Cuando ocurren altas precipitaciones no hay necesidad de regar, en cambio si las condiciones son secas habrá que regar a diario o tres veces por semana dejando el suelo húmedo pero NO encharchado. El riego se realiza en horas de la mañana.

La aplicación de purines y caldos minerales se realiza de manera preventiva cada 15 – 20 días, alternándose para evitar que los agentes que provocan las enfermedades en las plantas generen tolerancia ya que tienen la capacidad de mutar y esto hace que si después volvemos a aplicar el mismo purín o el mismo caldo mineral no tengan el mismo efecto.

LOMBRICULTIVO

Dada la importancia que tienen las lombrices en el suelo no solo físicamente, porque permiten que el suelo quede suelto, sino porque mejora las condiciones químicas del mismo, haciendo que asimilables muchos nutrientes para las plantas, nos pusimos en la tarea de cultivarlas para obtener el humus y humus líquido. 

BOCASHI

“Bocashi” es una palabra japonesa, que significa materia orgánica fermentada. Y para fabricarlo necesitamos los siguientes ingredientes:

1. 2 bultos de rastrojo o de cualquier residuo de cosecha: tamo, bagazo de caña, pasto, etc. También se puede reemplazar con cascarilla de arroz. El material que se utilice debe estar bien seco y picado.

2. 2 bultos de boñiga fresca.

3. 2 bultos de tierra cernida de la finca.

 4. 1 bulto de carbón vegetal quebrado en partículas pequeñas.

5. 5 kilos de salvado de cualquier cereal: trigo, maíz o arroz. También se puede utilizar el afrecho de arroz.

6. 5 kilos de ceniza de fogón o de cal agrícola o de cal dolomita.

 7. 5 kilos de tierra virgen de bosque nativo (mantillo).

8. 4 kilos de melaza. Se puede utilizar 8 litros de miel de purga o de jugo de caña.

 9. 200 gramos de levadura granulada para pan.

 Agua. La cantidad depende de la (prueba del puño).

COMO SE UTILIZA EL ABONO ORGÁNICO BOCASHI

1. En los semilleros se puede mezclar con tierra cernida y con carbón vegetal pulverizado en proporción de 60% a 90% de tierra y 40% a 10% de bocashi.

2. Abonado directo en la base del hoyo donde se coloca la planta, una vez que se trasplanté, teniendo cuidado de cubrir el bocashi con un poco de tierra para que la raíz de la planta no quede en contacto directo con el abono ya que así se puede quemar.

3. Abonado a los lados de las plantas. Este sistema sirve para hacerle una segunda y tercera abonada de mantenimiento a los cultivos

4. Abonado directo a los surcos donde se irá a establecer el cultivo que se quiere sembrar. Independientemente de la forma como lo utilicemos, el Bocashi siempre se debe cubrir con tierra para que no se pierda y así obtener mejores resultados.  En hortalizas de hojas > de 10 a 30 gramos, en la base.